Psicología, Clínica, Corrientes, Psicoanálisis
Attal, José - La No-Excomunión De Jacques Lacan (Cuando el psicoanálisis perdió a Spinoza) Freud se mantuvo discreto respecto de la importancia que para él tenía Spinoza, su `hermano de increencia`, aunque alguna vez llegó a declarar: `Admito absolutamente mi dependencia de la doctrina de Spinoza`. En contraste, es conocida la inclinación de Jacques Lacan por el filósofo marrano. Su cuarto de estudiante estaba tapizado con el plan de la Etica, y en su tesis de psiquiatría la doctrina de Spinoza es presentada como `la única concepción` capaz de dar cuenta de la psicosis paranoica.
En 1964, Lacan es expulsado de la Asociación Internacional de Psicoanálisis. En el vacío que entonces se presenta, propicio para una nueva fundación, Althusser toma a su cargo a Lacan, que atraviesa una grave crisis, y lo convierte, a la manera de un Maquiavelo, en un Príncipe del que será consejero. Es, pues, un Lacan bajo influencia el que halla refugio en la École Nórmale Supérieure para dictar su seminario, y el que declara, en la primera sesión, que acaba de sufrir una excomunión, la misma que soportó Spinoza, un Kherem en su grado máximo.
Hacia el final de su `cogitación spinoziana`, Lacan recusará la posición de Spinoza en lo que respecta al sacrificio y al Amor intellectualis dei por considerarla insostenible para el psicoanalista. El psicoanalista no puede ser excomulgado.
Con el mayor de los respetos Lacan despide a Spinoza, que tan central había sido para él. Ese gesto dista hoy de ser reconocido por numerosos psicoanalistas (de hecho, `althussero- lacanianos`), cuya afiliación a su grupo descansa a menudo sobre una identificación con un Lacan excomulgado, apto para unificar lo que ellos llaman `el pueblo psicoanalítico`.
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