BURCKHARDT JACOB - DEL PAGANISMO AL CRISTIANISMO: LA ÉPOCA DE CONSTANTINO EL GRANDE.
HISTORIA, ROMA
No fue otro el
propósito del autor de la presente obra que el de describir el admirable medio
siglo que va desde la aparición de Diocleciano hasta la muerte de Constantino
como una época de transición. No se trataba, por lo tanto, de una historia de
la vida y del gobierno de Constantino ni de una enciclopedia de todo lo digno
de saberse de esa época, sino, únicamente, de esbozar un cuadro vivo con los
rasgos característicos del mundo de entonces.
El libro no ha
logrado tal propósito más que en un sentido limitado, y acaso el lector no
quiera reconocerle otro título que el de “estudios sobre la época de
Constantino”. Han sido omitidas aquellas circunstancias de la época que no era
posible conocer de modo suficiente y que, por lo tanto, no podían entretejerse
de un modo vivo en el conjunto, así, por ejemplo, las circunstancias referentes
a la propiedad, a la vida de trabajo, a la hacienda pública y tantas otras
cosas. No deseaba el autor, en modo alguno, prolongar las controversias
científicas aportando nuevos datos que seguían sin resolverlas en lo esencial,
no ha escrito pensando tanto en los académicos cuanto en toda clase de lectores
inteligentes que se interesan por seguir una exposición en la medida que es
ella capaz de ofrecer un cuadro de perfiles netos. De cualquier manera, mucho
le agradará que los nuevos resultados a que cree haber llegado en los aspectos
tratados en la presente obra encuentren aceptación entre los especialistas.
Prescindiendo de
esta selección, no totalmente libre, del material, también el principio que ha
inspirado su elaboración y su exposición deja, sin duda, mucho que desear, y
tampoco cree el autor que en esto haya logrado lo mejor ni lo más justo.
Tratándose de trabajos de historia universal se puede discrepar sobre los
primeros principios y los propósitos de suerte que un mismo hecho puede parecer
a uno como esencial o muy importante y a otro como insignificante del todo,
mera bisutería. Pero eso acepta el autor que su modo de tratar el asunto sea
discutido como algo subjetivo. Hubiera sido, sin duda, más seguro fabricar, por
ejemplo, una nueva historia de Constantino a base de las ya existentes,
mediante un nuevo examen crítico, proveyéndola con el número correspondiente de
citas de las fuentes, pero semejante empresa no hubiera tenido para el autor
aquel atractivo que es capaz de compensar todos los desvelos. Con esto no
queremos condenar los diversos modos de tratar esta materia, nos contentamos
con que también se conceda al nuestro su modesto lugar al sol.
Para solicitar el envío de este material (o más información); escríbanos a elsitiodelrecuerdo@blogspot.com.ar
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