LAPLANCHE, JEAN - HOLDERLIN Y EL PROBLEMA DEL PADRE
PSICOLOGÍA, PSICOANÁLISIS
El conocido
psiquiatra francés, coautor junto a Pontialis del Diccionario de Psicoanálisis-
sigue en este libro las huellas de la figura del Padre en la poesía del poeta
germano F. Hölderlin.
El estudio que
presentamos se refiere sólo a una parte limitada de la vida de Holderlin: el
período 1794-1800. En los últimos años del mismo se puede observar una
transformación radical en la existencia del poeta. Observamos, en efecto, cómo
se produce la verdadera conversión poética que conduce al gran lirismo hímnico.
¿Pero acaso ese momento en el que se afirma el dominio de la forma poética y en
el que se elaboran definitivamente los grandes mitos holderlinianos, no es,
también, aquel en que el poeta emprende el camino de la locura?
El problema del
padre es planteado por el propio poeta, como una interrogación trágica que
constituye su único recurso.
Poner al
psicoanálisis a la escucha de lo que el poeta puede enseñarnos acerca de la
locura, abordar los problemas del pensamiento y del lenguaje esquizofrénicos,
sin fingir ignorar que el lenguaje, en general, es el elemento de lo negativo,
intentar definir, desde el punto de vista terapéutico, en qué consiste el
misterioso apoyo que requiere el esquizofrénico: tales son las perspectivas que
este trabajo se limita a abrir.
Para Holderlin
se trata de agrupar los restos del padre para constituir su ausencia, no su
presencia. Constituir este polo negativo, el padre simbólico, es condición
necesaria para que el deseo pueda desnudar las redes del en ensueño materno, en
que se encuentra atrapado. El autor, a la manera de un etnógrafo, mostrará la
desvalidez en que se encuentra Holderlin frente a Schiller: despojado frente al
objeto, se ve que la presencia paterna (de Schiller) apresura la catástrofe por
obturar, aún más, la necesaria ausencia paterna.
Padre real,
padre imaginario, padre simbólico: son necesarios los tres registros de la
constitución del sujeto para mostrar las operaciones de la función paterna.
Laplanche los trabaja en forma simultánea al mostrar las relaciones entre el
padre muerto de Holderlin, el padrastro y Schiller. El deseo materno no remite
al padre muerto, sino al padrastro. Cuando Holderlin intenta seguir las señales
fundamentales del ensueño materno, se extravía.
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